Barbara Meo Evoli

El rol transformador del team coach: de guía a desaparecer

Barbara Meo-Evoli

En el mundo actual, cambiante y complejo, los equipos son los verdaderos motores de la transformación. Pero para que un equipo se vuelva verdaderamente autónomo, ágil y resiliente, a menudo necesita acompañamiento, especialmente al inicio de su camino. Ahí es donde el rol del team coach se vuelve crucial.

Un team coach no es una figura permanente. Su misión no es liderar ni supervisar, sino empoderar, alinear y, en última instancia, desaparecer.

Del caos a la claridad: el inicio del camino

Cuando un equipo empieza a trabajar junto, especialmente en contextos multiculturales o interfuncionales, suele haber confusión, desconfianza o falta de visión compartida. El team coach entra en este espacio como facilitador de conexión y claridad. Ayuda al grupo a:

  • Definir una misión clara que resuene con todos.
  • Co-crear una visión compartida del futuro.
  • Identificar y acordar valores comunes que guíen el comportamiento colectivo.

Estos pasos fundamentales son clave. Sin ellos, la colaboración es superficial y las personas tienden a volver a sus agendas personales o trabajar en silos.

Establecer las reglas del juego

Una vez que el equipo sabe hacia dónde va, el team coach lo ayuda a diseñar el “cómo”:

  • ¿Cuáles son las reglas de interacción?
  • ¿Cómo tomamos decisiones?
  • ¿Cómo nos comunicamos?
  • ¿Cómo gestionamos los conflictos?
  • ¿Cómo aseguramos la seguridad psicológica para todos?

Un proceso sólido de team coaching garantiza que todos se sientan a gusto, que las diferencias se abracen y que las personas puedan florecer. El team coach se convierte en el guardián de este espacio.

El coach como espejo

A lo largo del proceso, el team coach actúa como un espejo. Refleja lo que observa.

Un aspecto importante que el coach observa es el silencio. ¿Qué ocurre cuando alguien está presente físicamente pero no contribuye? ¿Cómo puede responder el equipo?

La participación activa en un equipo suele ser auto gratificante. Sin embargo, cuando un miembro permanece callado o retraído, puede señalar dinámicas más profundas: miedo, confusión, falta de claridad o incluso desconexión. El team coach hace visible ese silencio—no forzando la participación, sino nombrando lo que sucede en el grupo e invitando a la reflexión. Esto puede incluir notar el lenguaje corporal, señales emocionales o formas sutiles de desenganche.

El coach crea el espacio para que todas las voces emerjan y ayuda al equipo a explorar qué puede estar deteniendo a alguien. Al hacerlo, abre la puerta a una inclusión más rica, una cohesión más fuerte y una dinámica más honesta.

Refleja lo que observa:

  • Patrones de comunicación
  • Dinámicas de poder
  • Tensiones no expresadas
  • Recursos o talentos infrautilizados

Al sacar estas dinámicas a la luz de forma segura y constructiva, el team coach acelera la conciencia y la evolución.

Barbara Meo-Evoli

Construyendo colaboración radical

En el corazón del team coaching está la idea de la colaboración radical.

Una herramienta útil que el team coach puede introducir en esta fase es el diagrama de resultados de William Glasser, también conocido como el “quality world diagram”. Esta herramienta ayuda al equipo a explorar qué acciones, comportamientos o mentalidades tienden a generar resultados positivos o negativos. El coach puede hacer preguntas reflexivas como: ¿Qué habéis visto hoy/en este ejercicio que tiende a generar resultados negativos? ¿Y qué tiende a traer resultados positivos?

Al mapear estos patrones, el equipo se vuelve más consciente de su impacto y puede tomar acuerdos colectivos para cambiar hacia dinámicas más constructivas.

En los equipos de alto rendimiento:

  • Todas las voces son escuchadas.
  • Se comparte el feedback abiertamente.
  • No hay espacio para el chisme o la envidia.
  • La transparencia es la norma.

El team coach fomenta estos comportamientos a través de sesiones estructuradas, ejercicios creativos y rituales que promueven la apertura y la conexión.

Otra práctica útil que el team coach puede introducir es el “palo de hablar”. Esta herramienta simple pero eficaz se usa en equipos donde algunas voces tienden a dominar o donde otras permanecen en silencio. Durante rondas específicas de diálogo, solo puede hablar quien sostiene el palo, asegurando que cada miembro tenga su espacio para expresarse. Con el tiempo, esta práctica suele convertirse en un hábito autónomo del equipo, fortaleciendo la cultura de escucha y el respeto mutuo.

Equipos ágiles y autogestionados

El objetivo final del team coaching es volverse innecesario.

Un equipo autogestionado que funciona bien se basa en:

  • Relaciones de confianza
  • Propósito, valores y metas claras
  • Participación activa de todos los miembros
  • Responsabilidad mutua
  • Cierta informalidad que fomenta la honestidad y la espontaneidad
  • Escucha profunda y respeto a las diferentes voces
  • Desacuerdo civilizado y conflicto saludable
  • Comunicación abierta
  • Distribución clara de roles y tareas
  • Diversidad de perspectivas, experiencias y estilos
  • Autoevaluación regular y tiempo dedicado al crecimiento colectivo

Estos elementos permiten al equipo prosperar sin depender de dirección externa. El team coach apoya el desarrollo de estas bases desde el inicio, para que el equipo pueda, con el tiempo, liderarse a sí mismo con claridad y cohesión.

El coach guía al equipo hasta llegar a un punto en el que:

  • Las tareas están claramente definidas y autogestionadas.
  • Los roles y límites son claros pero flexibles.
  • Cualquier persona puede asumir mayor responsabilidad si así lo desea.
  • Los problemas pequeños se resuelven a diario sin escalar.
  • El equipo puede mirar lejos sin descuidar la operación diaria.

Según la madurez de la organización, el nivel de autonomía puede variar. En modelos más tradicionales, algunas decisiones aún requieren un responsable de nivel +1. Pero en organizaciones inspiradas en Reinventar las organizaciones de Frederic Laloux—las organizaciones, que han evolucionado hasta ser, Teal—la ambición es aún mayor.

El horizonte “Teal”: cuando el liderazgo se disuelve

En las organizaciones “Teal” el team coach puede desempeñar un papel clave en la construcción de equipos empoderados, si esa es la intención de la organización. Puede apoyar los primeros pasos de la transformación, ayudar a lanzar el cambio y acompañar al equipo mientras adopta nuevas formas de trabajar. Un equipo autónomo y autogestionado ya no necesita la presencia constante del team coach. Sin embargo, el coach puede encargarse del seguimiento a medio plazo, por ejemplo, facilitando una sesión de acompañamiento cada seis meses o cuando surge una necesidad puntual que requiere una perspectiva externa o una intervención facilitadora.

En una organización que se caracteriza siendo “Teal”, según el modelo de Frederic Laloux:

  • Los equipos autogestionan sus presupuestos.
  • Se encargan de contratar y despedir.
  • Eligen sus propias herramientas, ritmos y líderes.
  • Todos son líderes en el equipo. Una persona puede liderar un proyecto, un tema o una situación, y ese rol pasa de forma natural a otro miembro cuando sea necesario. El liderazgo es dinámico, compartido y fluido.
Barbara Meo-Evoli

Aquí, el team coach actúa como un jardinero. Riega la tierra, se asegura de que haya sol y nutrientes, pero no controla el crecimiento. Observa, ajusta, desafía y nutre.

¿El resultado? Un equipo que no depende de un manager para funcionar. Un equipo donde cada miembro se adueña de lo que hace. Un equipo que se regenera a sí mismo.

La mentalidad del empoderamiento: principios y fases clave

¿Por qué importa el empoderamiento hoy?

El contrato tradicional entre empresa y trabajador está desapareciendo. La lealtad ya no garantiza un puesto de trabajo, y el control vertical limita el potencial. En organizaciones donde se vive el micro-management, es decir mucho control de los managers sobre los supervisados, se aprovecha solo una pequeña parte de la capacidad real de las personas.

Empoderar significa dar a las personas la autoridad y responsabilidad para tomar decisiones. Es liberar el conocimiento, la experiencia y la motivación intrínseca del equipo.

¿Funciona realmente el empoderamiento?

Sí. Las organizaciones que dan más control y responsabilidad a sus equipos sobre su propio trabajo obtienen hasta un 10,3 % más de retorno en ventas que aquellas que no los involucran.

Las 3 claves del empoderamiento

  1. Transparencia – Compartir la información con todos.
  2. Autonomía con límites – Dar libertad con un marco claro.
  3. De la jerarquía a la autogestión – Sustituir la jerarquía tradicional por equipos autoorganizados.

Las 3 fases del empoderamiento

  1. Empezar el viaje – Explicar cómo gana dinero la empresa, compartir datos sensibles, hablar de los problemas reales e involucrar al equipo en el diseño de soluciones.
  2. El bajón – Puede surgir resistencia o confusión. Aquí, el team coach ayuda a redefinir objetivos, reducir silos departamentales y fomentar la toma de decisiones colectivas.
  3. Adopción – El equipo empieza a definir objetivos de forma colaborativa, reduce reuniones innecesarias y opera con mayor fluidez y foco.

Trampas al delegar

Dos errores comunes en liderazgo son:

  • Micromanagement – Controlar cada detalle, asfixiando a los demás
  • Abandono – Delegar sin acompañar ni dar claridad

El verdadero liderazgo no es subirse al escenario. Es permitir que otros brillen.

Barbara Meo-Evoli

Las funciones del team coach

Un team coach no es un animador. El team building puede ser el punto de partida de un proceso de coaching o una herramienta para diagnosticar la madurez del equipo, pero no debe reducirse a una práctica para “olvidar los problemas” y divertirse. Un team building bien hecho es una actividad de aprendizaje experiencial—no solo una salida a un parque de atracciones, sino un momento de reflexión y evolución.

Para llegar a este nivel de madurez, el team coach cumple varias funciones clave:

  1. Facilitador estratégico – Ayuda a definir misión, visión y objetivos de largo plazo.
  2. Arquitecto cultural – Moldea los valores, el lenguaje y los rituales del equipo.
  3. Diseñador de procesos – Co-crea reglas, prácticas y marcos para la toma de decisiones.
  4. Observador – Detecta patrones y puntos ciegos, y los hace visibles.
  5. Desafiador – Plantea preguntas incómodas pero necesarias.
  6. Conector – Une diferencias y fomenta la cohesión.
  7. Catalizador – Inspira movimiento, alineación y sentido de pertenencia.

Las 6 leyes sistémicas: cómo el coach acompaña el equilibrio

Cada equipo es un sistema dentro de una organización y sigue leyes naturales. Cuando una de estas leyes sistémicas se viola, aparece el desequilibrio—generando tensión, ineficiencia o desconexión. El team coach ayuda a detectar esas violaciones, las observa, las desafía y las pone sobre la mesa. A través de esta conciencia, el equipo puede rediseñar conscientemente sus normas y comportamientos para restaurar el equilibrio y evolucionar.

Estas son las 6 leyes y cómo pueden manifestarse en equipos reales:

  1. Ley de pertenencia – Todos los miembros tienen derecho a ser incluidos. Hay una violación cuando alguien es sistemáticamente excluido de decisiones, comunicaciones o dinámicas sociales clave. Por ejemplo: un miembro no es invitado a una reunión estratégica pese a ser responsable de la ejecución. Esto genera desmotivación y desconexión.
  2. Ley de orden – Existe una organización natural basada en roles, antigüedad, contribución, talentos y personalidad. Surgen problemas cuando esta organización se ignora o malinterpreta. Por ejemplo, alguien toma una iniciativa sin aclarar roles o invade la responsabilidad de otro sin alinearse, lo que genera solapamientos, frustración o parálisis. En equipos empoderados, respetar esta ley implica reconocer las contribuciones únicas y mantener una clara delimitación de responsabilidades.
  3. Ley de equilibrio – El dar y recibir entre los miembros debe ser justo. Cuando alguien carga con mucho más peso que otros—o alguien evita responsabilidades constantemente—se genera resentimiento. Un caso típico: una persona trabaja horas extras para llegar a tiempo mientras los demás están desconectados.
Barbara Meo-Evoli

4. Ley de dar y recibir – Las contribuciones deben ser reconocidas. Cuando no hay agradecimiento, reconocimiento o feedback constructivo, el espíritu de equipo se erosiona. Una violación frecuente: se espera compromiso, pero nunca se agradece ni celebran los logros.

5. Ley del lugar – Todos tienen un rol, y la claridad al respecto evita confusión. Esta ley se rompe cuando alguien asume una responsabilidad sin alineación con el equipo. Por ejemplo: tomar decisiones en un área que corresponde a otra persona. En equipos empoderados, se respeta esta ley mediante el diálogo y la claridad de roles.

6. Ley del reconocimiento – Todos merecen ser vistos por lo que son y lo que aportan. Ignorar sistemáticamente los esfuerzos o ideas de alguien lleva al retraimiento o la resistencia pasiva. Una señal: las ideas de ciertas personas se descartan o son apropiadas por otros.

Cuando estas leyes no se respetan, los equipos sufren inconscientemente. El team coach da visibilidad a estas dinámicas y cataliza la transformación. A través del coaching, el equipo puede ajustar comportamientos, actualizar acuerdos y crear nuevas formas de relación que respeten el equilibrio sistémico.

¿Te ha pasado alguna vez? ¿Cómo te has sentido?

Las consecuencias del team coaching

Las organizaciones que invierten en team coaching experimentan beneficios tangibles e intangibles:

Resultados tangibles:

  • Mayor eficiencia y velocidad de ejecución
  • Roles más claros y menos cuellos de botella
  • Resolución más rápida de conflictos
  • Toma de decisiones más autónoma

Resultados intangibles:

  • Mayor compromiso y motivación
  • Relaciones de confianza más fuertes
  • Más creatividad e innovación
  • Sentido de pertenencia más profundo

En esencia, el team coach enciende una transformación que sigue evolucionando incluso después de haberse ido.

El final es solo el comienzo

El camino del team coaching no es lineal. Es en espiral. A medida que el equipo evoluciona, puede volver a invitar al coach para afrontar nuevos retos o renovar su dinámica. Pero el verdadero éxito del team coach es volverse invisible.

Cuando el equipo se reúne, ríe, discrepa, planea y resuelve sin fricciones ni jerarquías…

Cuando cada miembro siente que puede liderar y dejarse liderar…

Cuando el grupo fluye como un organismo único, adaptable y resiliente…

Ahí es cuando el team coach sabe que su trabajo está hecho.

Be more circle.

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Barbara Meo-Evoli